Artistas de la aguja y el hilo

¿Qué materiales son apropiados para la creación artística? Quizá, la pregunta sería más rápida y sencilla si la formulásemos  de forma contraria: ¿existe algún material inapropiado para la creación artística? Porque hemos visto de todo: desde los elementos clásicos de la pintura y la escultura hasta otros más inverosímiles como sangre humana, basura o cadáveres de animales.

En algunos de estos casos, el material se convierte en el protagonista de la obra de arte; ésta existe y le debe su excepcionalidad a aquello de lo que se compone (el medio es el fin y todos esos axiomas similares).

Uno de estos casos es el que os quiero presentar hoy, aunque el material empleado os va a resultar más familiar y menos extravagante que los anteriormente mencionados, casi tradicional, casi anticuado podréis pensar algunos, pero vivo en todo caso. Aguja e hilo. Como los remiendos de cada casa. Todos recordamos a alguna mujer de nuestra familia tejiendo a la luz de una lámpara. Porque sí, siempre son mujeres las que zurcen. 

Por ello, a Naiara Valdano se le ocurrió llamarlas "Las Hilanderas". La gestora cultural y autora de la bitácora Art Gossips ha creado una plataforma online en la que dar a conocer a artistas contemporáneas que trabajan con labores tradicionalmente asociadas a las mujeres, como el bordado, la costura o el encaje. Ésta práctica da pie a reflexionar sobre algunas de las batallas de género que se han desarrollado en las últimas décadas. 

Obra de la artista Meghan Willis.


Naiara Valdano explica:

Durante siglos, actividades como el bordado, la costura o el diseño de ropa eran consideradas técnicas artesanales destinadas únicamente al entretenimiento de las mujeres. Mientras que sus maridos dominaban las responsabilidades públicas y demás esferas de la sociedad, ellas estaban encerradas en casa gestionando el día a día de sus hogares, desde la cocina a la limpieza, y solo podían desarrollar su creatividad usando hilos y agujas. Muchos consideraban que las mujeres eran un género secundario (incluso inferior) y a ellas se destinaban tareas domésticas que requerían “menos implicación intelectual”.   Como respuesta a esta actitud centenaria, numerosas mujeres comenzaron a utilizar, ya desde finales del siglo XIX, las prácticas textiles para reivindicar su papel dentro de la sociedad. No podemos olvidar como numerosas sufragistas emplearon banderas, pancartas o estandartes bordados con consignas para protestar en las calles pidiendo, por ejemplo, el voto femenino. O como numerosas artistas, a lo largo del siglo XX, reivindicaron el papel creativo del hilo y la aguja contra la cultura patriarcal dominante.

Por ahora,  Valdano ha presentado a la artista chilena Juana Gómez y la canadiense Meghan Willis. Estas hilanderas consideran sus obras ARTE, sí, con mayúsculas, nada de artesanía o diseño. Y quieren ser conocidas y escuchadas.


Obra de la artista Juana Gómez.


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