"Las posibilidades del libro de artista son infinitas"

  Enric Bardera es uno de los artistas invitados a exponer en MASQUELIBROS. El artista catalán trabaja de manera multidisciplinar, pero a esta edición de la feria trae una serie de libros de artista inspirados en la propia literatura. "¿Quién no ha fantaseado inmerso en la lectura de un libro?". Busca una interpretación artística de las palabras escritas en las páginas de los libros.

- ¿Por qué usas el libro como soporte artístico?
Hasta hace poco tiempo no había utilizado, excepto en casos muy puntuales, el libro como soporte artístico, realmente ha sido a raíz de la realización de la serie LiterARTuras cuando he decidido utilizar parte de la información que facilitan los libros, su texto, para la creación de las piezas que componen esta serie. La experiencia ha sido muy enriquecedora porque las posibilidades han sido infinitas.

¿Qué posibilidades ofrece frente a otras disciplinas?
Las posibilidades son infinitas, fundamentalmente porque es un soporte vivo, que por sí solo ya dice mucho. Un libro  es como un cerdo y perdón por la comparación, pero es que de él, creativamente,  puede aprovecharse todo, sus hojas, su portada, su volumen, su mensaje, etc., etc.

¿Cómo es el proceso de creación del libro de artista? ¿De dónde viene la idea?
El proceso de creación de un libro de artista es muy variado, ya que el propio resultado puede ser muy distinto, por lo que establecer un proceso creativo tipo es complicado. Hay que tener en cuenta que, hoy en día, un libro de artista no tiene por qué tener como soporte un libro, puede ser una caja, un tejido o cualquier otro soporte, un libro de artista puede ser una pequeña escultura intervenida o un objeto conceptual. La ampliación del término Libro de Artista a otros objetos inclasificados ha permitido, también, dar cabida a nuevos formatos y nuevas técnicas de creación. La idea creativa surge de igual forma que surge cuando realizamos una escultura o una pintura, unas veces buscada y otras veces de forma inesperada.

¿Cómo se relacionan Bellas Artes y Literatura?
Teniendo en cuenta que podemos definir arte como cualquier expresión realizada con una finalidad estética o comunicativa y como algo  que nos sirve para expresar ideas y emociones mediante diversos recursos, la relación es clara. Cuando surgen los primeros libros, fundamentalmente de carácter religioso, la mayor parte del pueblo no sabía leer por lo que sus contenidos se difundían mediante la iconografía, una forma de arte plástico, con la finalidad de llegara a todo el mundo. Solo hay que contemplar cualquier pagina de un códice antiguo para comprender el inicio de esta relación, los dibujos y filigranas que contenían sus páginas son verdaderas obras de arte. La novela gráfica y el comic son otro ejemplo de esa relación. Con el tiempo han sido muchos los casos en los que una obra de arte ha inspirado una novela o al contrario.

¿Eres un gran lector? ¿Cuáles son tus obras preferidas?
Me considero un gran lector. Desde muy temprana edad era incapaz de dormirme sin leer, como mínimo, un par de páginas de libro de turno. Mi afición la he heredado de mi madre, más lectora que yo. Ella era la que me iba proporcionando los libros "acordes" a mi edad. Hoy en día no tengo estipulado un momento determinado para la lectura, ese momento surge de forma inesperada o por necesidad de aclarar alguna postura, situaciones que generan que haya días que lea mucho y otros que apenas lo haga. Al margen de los libros de arte, especialmente de la obra de determinados artistas y los de historia, me encanta la novela, sobre todo las que cuentan historias que ocurren en ciudades en las que he estado.

¿Cómo ha sido el proceso de creación de tu serie literARTuras?
LiterARTuras surge buscando una interpretación artística de las palabras escritas en las páginas de un libro; esa búsqueda no premeditada es un complemento visual a la lectura, una licencia imaginativa con la que me gusta jugar. Siempre he disfrutado transportando imágenes vividas o copiadas a mis lecturas; a veces, cuando el desenlace de la obra echa por tierra mis expectativas, reconstruyo a toda velocidad el decorado.
Con la serie LiterARTuras intento relacionar, con un pelín de ironía, un objeto con el título de un libro. Todo empezó cuando cayó en mis manos un pulsador de alarma de incendios, unos días después de haber terminado de releer Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. A partir de ese momento se abrieron dos caminos creativos: libro busca objeto y objeto busca libro, el resultado está en las obras que componen esta serie.
La mayor parte de las obras son piezas únicas, y solo en algunos casos muy concretos, cuando las condiciones de la obra lo permiten, se ha realizado una pequeña edición de 5 ejemplares.

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